Pots and Pans
Prepara la cena para tus amigos con este set de madera. ¡Un juego perfecto para jugar creativamente!
- Incluye: una olla, un sartén, una fuente para hornear, 2 utensilios de cocina de madera, unas prácticas pinzas, verduras, un huevo y 3 papas fritas.
- Recomendado para niños mayores de 3 años.
Áreas de Desarrollo - Pots and Pans
Desarrollo Socio – Emocional. En los primeros años de vida, los niños poseen una importante plasticidad cerebral, por lo que proporcionar a los niños un espacio en que se les enseñe a través del juego a identificar, expresar y manejar adecuadamente sus emociones, les permite que vayan incorporando recursos que poco a poco pueden integrar en las situaciones de su vida cotidiana y además, conocerse a sí mismos. También, a través del juego social, se estimula la capacidad de la aceptación del seguimiento de normas de comportamiento, a esperar y respetar turnos y lograr mayor tolerancia a la frustración, lo que influye de forma positiva en todas las áreas de su vida.
Desarrollo Creativo. El estímulo creativo potencia el desarrollo de la imaginación, uno de los grandes tesoros de la infancia. Promover el desarrollo de la creatividad de los niños es esencial para ellos, ya que esta habilidad les ayuda a expresarse por sí mismos, a desarrollar su pensamiento abstracto y también será primordial a la hora de resolver problemas y de relacionarse mejor con los demás a lo largo de toda su vida. La creatividad está relacionada con la generación de ideas que sean relativamente nuevas, apropiadas y de alta calidad. Es decir, se trata de producir respuestas novedosas y originales ante cualquier tipo de problema en todas las áreas, lo que no es tarea fácil y, por ello, requiere entrenamiento y desarrollo. Lo más importante es jugar. A través del juego, la imaginación y las emociones de los más pequeños pueden fluir, de formas tan bonitas como pintar un dibujo en el que dinosaurios, hadas y gigantes cobran vida.
Desarrollo Lenguaje. El desarrollo de lenguaje facilita la comprensión del mundo y la resolución de problemas, permite comprender las emociones y es el vehículo fundamental para la interacción social, para el establecimiento de relaciones sociales y el desarrollo de la afectividad. Pero esta dependencia es recíproca, pues el desarrollo de estas áreas a su vez determinará de forma decisiva el desarrollo comunicativo-lingüístico.
Desarrollo Cognitivo. La cognición en los niños comprende el procesamiento de la información y la capacidad de entender el entorno que le rodea y desarrollar su pensamiento. Esta es una habilidad que se va desarrollando poco a poco ya que involucra tareas complejas como la atención, la memoria, los sentimientos, el razonamiento, la capacidad para resolver problemas, la toma de decisiones y finalmente, el aprendizaje. El juego que estimula el desarrollo cognitivo es una oportunidad de cometer aciertos y errores, de aplicar conocimientos, aprender sobre causa y efecto, de resolver problemas, cantidades y de crear zonas potenciales de aprendizaje.
Desarrollo Motor. La motricidad es la habilidad que permite tener coordinación, precisión y control sobre el cuerpo y los gestos. Podemos estimular esta habilidad en los niños con actividades que involucren el movimiento del cuerpo en aspectos pequeños como movimiento de pinza (motora fina) o aspectos más complejos como saltar (motora gruesa).